Nahuatl
El nombre “náhuatl” proviene de una raíz nahua [nawa] que significa ‘sonido claro’ u ‘orden’.
La familia náhuatl es conocida
mundialmente por causa de los aztecas o mexicas, quienes vivieron en
México-Tenochtitlán (el centro de la actual ciudad de México) en los
siglos XV y XVI, y constituyeron la civilización dominante en
Mesoamérica hasta la conquista española. Ellos hablaban una variante del
náhuatl (el náhuatl clásico),
y por lo tanto, a la familia y aun a las otras variantes individuales a
veces se les llama "azteca" o "mexicano". Y, por supuesto, el actual
país de México recibió su nombre de la ciudad capital de los aztecas,
México [mēxihko].
Los primeros náhuas en llegar al Valle
México en el siglo V d. C. hablaban el dialecto náhuat, uno de cuyos
rasgos es la presencia de la t en vez de la tl que
caracterizó el dialecto de Tenochtitlan en época más tardía. Procedían
del noroeste, de Michoacán y Jalisco. Por el año 900, una nueva oleada
de inmigrantes, de habla náhuatl, penetró en el área de las grandes
civilizaciones de Mesoamérica. El náhuat puede haber sido la lengua, o
una de las lenguas, de la inmensa ciudad-estado de Teotihuacan y en
siglos posteriores de la civilización tolteca. Una serie de migraciones
hacia el sureste dejó restos de este dialecto en el sur de Veracruz y en
partes de Centroamérica.
Los aztecas o mexicas, quienes por el
año de 1325 fundaron su capital México-Tenochtitlan, hablaban el
dialecto náhuatl y al extenderse su imperio a través de una gran parte
del centro y sur de lo que ahora es la República Mexicana, la lengua se
difundió considerablemente. Una parte de éstos, en primer lugar, ya lo
hablaba en alguno de sus dialectos, ante todo en la zona que hoy abarcan
el Distrito Federal y los estados de México, Morelos, Hidalgo, Puebla,
Veracruz y Guerrero.
En México-Tenochtitlán el grupo
dirigente se preocupaba sobremanera del cultivo de la lengua. Existían
escuelas y academias en las cuales, entre otras actividades culturales,
se enseñaba a la juventud a hablar bien, a memorizar, a recitar, cantar,
a "ensartar palabras bellas". En los templos había toda una escuela
asalariada de compositores de poesía y canto en servicio del sacerdocio y
la nobleza. En toda comunidad, por pequeña que fuera, había oradores
quienes eran llamados a hablar en las ocasiones solemnes del ciclo de
vida. Recitaban los famosos huehuetlatolli o discursos morales, llenos de retórica y metáforas elegantes.
Las obras literarias en náhuatl previas a la conquista toman la forma de escritura pictográfica que seguramente se usó para memorizar las tradiciones orales.
Como resultado de la revolución
sociopolítica de 1910, un nuevo enfoque hacia el indígena moderno ha
provocado un renacer de interés por implantar el náhuatl como lengua
viva con distintos grados de intensidad.
En náhuatl se ha traducido y cantado el himno nacional, se han llegado a decir misas, se ha filmado una película, Yanco,
se han pronunciado discursos en la conmemoración de la muerte del
último soberano azteca, se han publicado pequeños periódicos, por lo
general de corta vida, como Mexihkayoti (1946), Mexihkatl Itonalama (1950) e In Amatl Mexicatlatoani
(1975). Pero la lengua ha quedado casi exclusivamente en labios de la
población rural indígena o en las aulas de las universidades como curso
para antropólogos e historiadores.
El nombre de la lengua proviene del verbo nuhuati, ‘hablar alto’. Náhuatl significa ‘sonoro’, ‘audible’. También ha sido llamada nahua, nahoa, nahualli, mexihca (‘mexicano’) y macehualli (‘campesino’).
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